Motivado por la nominación que la cinta tiene de un Óscar y esperando ver una película memorable, opté por seleccionar esta semana, El Francotirador, una cinta basada en la autobiografía del marine Chris Kyle “American Sniper: The Autobiography of the Most Lethal Sniper in U.S. Military History” y llevada a la pantalla grande de la mano del ícono Clint Eastwood con un guión de Jason Hall principalmente, aunque en su equipo de trabajo contó con la colaboración del mismo Chris Kyle.
La película arranca bien, con un clímax interesante que engancha a la audiencia y la mete de golpe en el eje dramático de la propuesta que es típica en proyectos de esta naturaleza, el debate moral que diversos soldados tienen durante la guerra y que hemos visto como argumento base de muchos otros proyectos.
De ahí la propuesta narrativa empieza a tomar forma jugando con distintos tiempos en la trama, en algunos momentos la cinta en su tiempo presente usa como recurso los Flash Back del personaje y después propone Flash Fowards hasta que estos alcanzan un tiempo real con el que la película se va de forma lineal hasta el final. Estos recursos se me hacen interesantes y útiles porque simulan la experiencia de recuerdos de pasajes que la experiencia de leer un libro te puede ofrecer, recordando pasajes anteriores y quizás intuyendo los que vendrán en un futuro y creo por ahí empieza la parte débil del proyecto, pese a que son atinados estos recursos las pistas que nos van ofreciendo y el armado de piezas por los flash back, consiguen que la película poco a poco se vuelva predecible en cuanto a lo que vendrá y en cuanto a las razones que provocan la situación del tiempo presente y que aun no se han contado, hasta que después de una hora la película deja de sorprender en su narrativa y revela, para quienes no nos habíamos informado del giro del proyecto, que la película es de corte biográfico y siento que en esa parte se pierde un poco, en el clímax más importante, en ese gran momento donde el guión le da las armas para que el director prepare el final de la trama, en ese instante se nota una confusión creativa sobre si presentar un retrato de los traumas post guerra que los soldados tienen tras su participación en una invasión a otro país o bien empujar la trama hacia el débil antagonista que la historia recrea al presentar a un francotirador Iraquí en una pequeña historia alterna de la cual creo, por los antecedentes comerciales que todos tenemos, esperábamos una explosión quizás más de acción y justo cuando la trama presenta estas oportunidades de detonar, simplemente decepciona porque ni le da fuerza a la historia del antagonista, ni tampoco a la del trauma post-guerra.
En lo narrativo, se utiliza en estos momentos nuevamente recursos de flash back y flash fowards que en efectos prácticos y tras una hora de estarlos viendo siento que ahí es donde se empieza a romper el ritmo de la película y en mi conclusión el guión es confuso en cuanto a lo que quiere hacer sentir al público, en la parte informativa de la trama, creo cumple simplemente, no es una gran historia, tampoco está mal contada, tiene todo para ser una película de catálogo que cumple entreteniendo a quien decide verla.
Sobre la dirección, obviamente éste no será un trabajo por el que recordemos a Clint Eastwood, quien había comentado que su último proyecto sería la obra maestra “Gran Torino” pero qué podemos esperar de alguien que se debe al cine, que vive para éste y que simplemente se morirá haciendo películas. En la dirección creo el director cumple y lleva con éxito el guión que le dan, sin ambición con recursos que alcanzan a darle el sello del cine de este director, siempre con ese pequeño toque de suspenso en las escenas importantes, congelando por instantes la respiración de los asistentes y dándoles la oportunidad de imaginar lo que podrá pasar para después avanzar en la trama y confirmar estas sospechas.
Al igual que al inicio, la película cierra bastante bien, creo se me hace elegante el desenlace más tipo homenaje que conecta de forma contundente la propuesta del libro biográfico con la realidad en la que la historia concluye fuera del cine, simplemente contundente sin exagerar o convertir el final en éxito por el morbo.
Una película oportuna que alcanza la nominación por lo que significa Chris Kyle para la cultura norteamericana pero que no presenta argumentos suficientes para colarse como una película que haga historia. Mi recomendación es una película entretenida si te gusta el cine bélico un poco cansada pero que vale la pena ver sin expectativas más allá de pasar un buen rato de cine.