Educar y denunciar, es la nueva meta

En anteriores participaciones había tenido la oportunidad de expresar mi desencanto por los resultados políticos en nuestro país, así como las formas de operar de nuestro actual sistema de gobierno en lo que se refiere al tema de las elecciones.

Y el panorama parecía el ideal al entrar en nuestras vidas el virus definido como ah1n1, las actividades públicas se habían reducido por disposición oficial y ¡por fin! Un hecho de esta magnitud había impactado de forma contundente en el quehacer político de nuestro país y, sin necesidad de tanto debate inefectivo como siempre, de una vez por todas, el proceso electoral se realizaría sin tanta actividad pública y sí con medios de comunicación pero, en un tiempo “considerable” para este tipo de mensajes.

Y así vimos lo de siempre, Candidatos que podemos clasificar de la siguiente manera

a) sólo nos vendieron imagen y ninguna propuesta.

b) Más que construir propuestas de un proyecto de nación, sin forma , los argumentos eran creados intencionalmente más para dividir que unir.

c) Propuestas populacheras buscando por ahí conectarse con los electores de una manera fácil pero sin fundamento.

Y aunque podría seguir hablando de lo que pude apreciar, también me gustaría abordar el otro lado de la moneda, porque recordemos que un proceso de elección tiene dos protagonistas, los que buscan el poder, y los electores que, suponiendo exista un proceso realmente democrático, tienen la función más importante, votar.

¿Estaba nuestro país listo para ello? ¿teníamos la madurez política para tener un proceso sin tanta actividad pública y poco tiempo de exposición en medios de comunicación?

La respuesta  se conocería muy pronto con el concepto “voto nulo”

No es sólo problema de México, sino que muchos países han registrado una menor participación en sus procesos electorales lo cual manda un mensaje muy interesante acerca de la percepción que la gente tiene acerca de la política, pero para este caso, México, las palabras corrupción, falta de resultados, falta de propuestas, falta de proyectos son las principales causas de este resultado, el voto nulo.

Por ley el voto nulo tiene una definición y un lugar en este proceso pero, ¿se puede hablar de que realmente es una opción?, ¿ejercemos la política con esta alternativa?

Para muchos partidos más que preocuparles en ese entonces este rumor, vieron un área de oportunidad y si ven que la gente no iba a votar, la estrategia ahora se enfocaba en asegurar su voto duro y buscar por ahí la primera posición.

 Voto Nulo

A mi parecer el “Voto nulo” como apareció en este ejercicio no fue realmente una opción que ayudará a realizar un cambio en la manera de llevar la política de nuestro país.

Ahora más que nunca debemos estar involucrados en el proceso, cerrar los ojos y echarnos un volado anulando sin saber realmente como se va distribuir esta mayoría de votos no arregla el problema.

Los políticos no mostraron ante este rumor, un cambio en sus campañas, siguieron igual, en vez de detener motores y reflexionar lo que sucedía y replantear la manera de abordar a la audiencia, pareció no importarles pero ¿alguna vez les ha importado realmente lo que sienten miles de millones de mexicanos?, ¡no!, mejorar este país está en nuestras manos.

El Voto nulo exhibió a mi gusto lo siguiente:

a)      Falta de educación cívica: Lo que nos lleva a un planteamiento deficiente de este tema en las escuelas de educación básica.

b)      Falta de compromiso con el país y en el proceso democrático: No entendemos aun que la democracia es de todos y la hacemos todos, si el país está como está es porque dejamos en manos de unos pocos lo que es asunto de todos, ¡hay que exigir y hacer presión social!

c)      Falta de una estructura eficiente que realmente procure la participación ciudadana: Los mensajes del IFE me parecieron débiles y ajenos a la sociedad, les aplaudo el que la campaña llevara un orden y que quizás si consiguieran la recordación pero, el mensaje me pareció ajeno al problema que estamos viviendo y principal motivo por el que los mexicanos no quieren votar.

 Participemos para lograr una solución

La solución para que podamos nuevamente creer en la política está en los medios de comunicación (creadores de mensajes) y la sociedad.

Los medios debemos lanzar una campaña de marcaje personal hacia los políticos, y con objetividad presentar sus aciertos y sus fracasos.

Crear foros de analistas y presentarlos a la sociedad en horarios comerciales, (no mandarlos a las 12 de la noche) por mencionar algunas medidas, y para la sociedad, la creación de organismos civiles que de igual manera tengan ese marcaje personal donde se pueda incluso pasar lista de los diputados y senadores que asisten «DIARIO» a trabajar, que se revisen los famosos compromisos ante notario y las dichosas promesas de campaña.

Evaluar los programas que se nos presentan y de igual manera analizar las razones de su cumplimiento o no. Pero lo más importante participar, el ejercicio político y la democracia fueron diseñados para que los protagonistas fuéramos todos, ¿por qué dejar en unos cuantos el futuro de nuestro país?, ¿por qué dejar en manos de unos la riqueza que nos corresponde?, esa es la verdadera pregunta ¿por qué?