¿Somos lo suficiente tontos para causarnos este daño o es un plan para ponernos en manos de nuestros enemigos?
Días difíciles para nuestro país, asuntos tan graves que derivan del incremento del precio de la gasolina los cuales creíamos, en semanas pasadas solamente podrían ser opacados por la cobertura de la toma de protesta de Donald Trump el próximo 20 de enero, y que hoy han pasado a segundo plano debido a notas que no hacen otra cosa que mostrar el alto grado de descomposición social que vive nuestro país en la actualidad.
Es casi imposible no tocar el tema de lo sucedido hace pocas horas en Monterrey donde un acontecimiento que veíamos lejano y como una realidad para nuestros vecinos del norte se convierte hoy en un foco de alarma en nuestro país, pero pese a lo grave del asunto ¿cómo hacer menos lo ocurrido en Veracruz con los tratamientos para los niños con cáncer y que resultaron otro gran fraude?, ¿podría hacer menos los casos de feminicidio que han ocurrido en la primera quincena de este primer mes del año?, ¿y qué me puede decir de los actos vandálicos en todo México la noche de Reyes? y así podría citar todo un listado de noticias que nos han bombardeado y si alguien no tiene la sensibilidad de simplemente horrorizarse ante todos estos hechos que pronostican, sin duda, que vamos a toda prisa en un camino sin retorno para convertirnos en una sociedad autodestructiva.
Mirándonos al espejo
Le invito amigo lector tan solo a hojear los encabezados de los principales diarios del país por las mañanas, dar una revisada a los portales informativos de su preferencia y compartir esta sensación de tristeza por ver la manera en la que la corrupción, la economía o el mal gobierno, tópicos que jugaron por mucho tiempo el rol de villano en nuestra estructura social han quedado rebasados, no son los autores de estos actos, hoy vemos a ciudadanos protagonizando estas historias, personas que agreden a otros, que asesinan, roban y comenten una gran cantidad de delitos sin importar que puedan ser juzgados o no por la ley.
Leía algunos textos el día de hoy que acusan de lo acontecido en Monterrey a la cultura del Narco, mismo que se idolatra por muchos sectores de la sociedad como un modelo de vida, otros citaban a los contenidos en medios y unos más a la desintegración familiar, para mi, un poco de todo pero lo más importante, la falta de sensibilidad, nuestros actos de hoy sin duda tienen efectos en nuestro presente y también para nuestro futuro ¿qué comportamiento pueden tener las siguientes generaciones que crecen hoy observando un mundo que funciona como lo vemos ahora en nuestra realidad mexicana?
Veo con tristeza un país que empieza a perderse entre la ceguera del odio y lo incierto de un rumbo, México tenía una línea muy directa, nuestros valores y tradiciones eran respetados por todos, la solidaridad que nos mantenía fuertes era nuestra ventaja y hoy miro a un país confundido, un país en guerra consigo mismo.
Opinión Pública distraída
¿Cuáles son los temas que realmente deberían llamar nuestra atención? sin hacer menos esta crisis, como país tenemos muchos retos por delante pero todas estas notas que aparecen hoy en primera plana sobre la forma en cómo nos hacemos daño a nosotros mismos y que se muestran como hechos aislados, en distintas regiones y de diferente impacto, terminan por generar un ambiente de pánico y caos que no nos permite estar concentrados en los verdaderos asuntos que nuestro país debe estar atento, la llegada de Donald Trump quien ha pasado del discurso a los hechos con la guerra que ha declarado a nuestro nación, lo insostenible del modelo económico de México ante otras economías, el precio de los combustibles, el próximo periodo electoral que está a nada de iniciar y otros temas de igual importancia pero nuestra mente está en otros asuntos «menos relevantes» y que hoy se vuelven una prioridad, hemos tomado el camino de convertirnos en una sociedad regida por el miedo, por la venganza, por el odio, por la corrupción, hemos tomado el camino de causarnos heridas que posiblemente no cierren nunca, de debilitarnos desde el interior sin importar con ello que seamos presa fácil para nuestros enemigos externos quienes públicamente nos han declarado la guerra y que ven con buenos ojos hayamos apostado por este camino y que poco a poco las advertencias sobre la descomposición social en nuestro país pasaran de ser ejemplos a nuestra realidad.
Mtro. Daniel Fajardo
Colaboración especial para