¿Por qué creerle a las alianzas?

Por Mtro. Daniel Fajardo

Con mayor fuerza la idea de que las alianzas que los partidos políticos forman para hacer frente en las elecciones sea una ridiculez y un gran fracaso en el pensamiento y práctica del sistema político mexicano, se refuerza cada vez más, con las últimas declaraciones de diversos políticos quienes al hablar del tema se justifican (parafraseando) de la siguiente forma:

«No nos aliamos para mantener el registro, es solo para hacer un frente en común», «no es que tengamos una afinidad pero lo importante es que no gane…»
Nos cuesta en impuestos que se creen una gran cantidad de partiditos para que todos se puedan juntar ¿y ¿entonces así se construya una mayoría?, ¿dónde dejamos el valor de la política, de la negociación, de la propuesta y de los resultados?
Hoy gana quien junta una mayoría, y entonces a la manera muy particular como se hace en la lucha libre se crean los relevos increíbles PAN-PRD, PRD-PVEM, PRI-PAN y un sin fin de combinaciones, casi ninguna compatible en ideología política salvo un absurdo frente de pensamiento unido que se resume en un

nada más para que no gane…

La Coalición no es la solución

La clave no es la variedad sino la competitividad, no necesitamos más de tres partidos y la prueba está en muchos países cuya efectividad radica en alternar el poder entre dos o tres opciones, no más. Un partido que se mantiene «pequeño» es porque su propuesta es significativa para un porcentaje muy pequeño de la población y al ser una minoría es mucho más sencillo que un partido de mayor convocatoria pueda ser una mejor opción por su peso e influencia.
Mi pregunta sería para muchos, como pudo haber pasado con PT u otros partidos que perdieron su registro, ¿dónde quedaron sus seguidores? muchos de ellos de la noche a la mañana simplemente eligieron un nuevo partido y es que no se trata solamente de llevar la contraria, se trata de ser inteligentes y entender las reglas del juego, identificarse con una plataforma política, hacer proselitismo para atraer a más seguidores y entonces sí, hacer una coalición de pensamientos ciudadanos, no de mini-partidos.
Si estos partidos y esta manera de hacer política subsiste es por el nulo interés de muchos votantes de ejercer su derecho de manera responsable, si mi partido no tiene la suficiente influencia y peso para destacar y tiene que fusionarse con otros 3 o 4 en cada proceso electoral es la evidencia de un ineficiente proyecto de fondo que más que ser una variante en la política se convierte en un gasto, la alternativa no es el parche que nos proponen los políticos, la solución está en una mejor manera de gobernar, cuyo éxito en el resultado conseguirá que más personas se sumen y entonces sí, se conviertan en una verdadera fuerza política en el país sin la ridiculez de una alianza para poder tener una mayor presencia.
La alternativa es gobernar mejor para crecer, no mantenerse solo mediante coaliciones.


 

Colaboración especial para periódico logocentral www.periodicocentral.mx