Radiografía de un proyecto de selección nacional inconcluso
(Parte 1)
Por Daniel Fajardo
Concluyó un verano de terror para la Selección mexicana de fútbol que pese a conseguir lo calculado (ganar la Copa de Oro y una participación discreta en Copa América) deja saldos muy negativos:
- Muchas dudas acerca de que el equipo de todos esté en proceso de definir un estilo de juego.
- Un D.T. a la baja en popularidad (#fuerapiojo)
- ¿Llegaremos a Rusia 2018?
En busca de Culpables
Y previo a que Justino Compeán deje su cargo e inicie un proceso “de renovación” en la FMF sin duda más allá de los reclamos sobre lo que ya fue, Copa América y Copa de Oro, es tiempo de mirar hacia adelante y para ello reflexionar, no para criticar sino para solucionar, ¿qué fue lo que pasó en este verano de terror?
El análisis puede iniciar por lo micro pensando en que si los jugadores fueron los adecuados, si se debió jugar ambos torneos como lo hizo Jamaica o bien entender las circunstancias que llevaron a un pronto divorcio del popular y adorado Miguel “Piojo” Herrera, pero independientemente de los caminos a los que nos llevarían estos análisis creo todos ellos quedan cortos, rebasados por un tema Macro que es la verdadera variable de toda esta situación.
Problema desde el fondo
¿Por donde empezar? si es que en realidad se entiende que estamos en una crisis desde hace muchos años, simplemente por dar el primer paso y definir un proyecto.
¿Por qué Jamaica, Costa Rica, Panamá y el nuevo gigante de CONCACAF, Estados Unidos crecieron tanto en los últimos años? simplemente porque su proyecto es competitivo y se basa en la filosofía de jugar bien y traer dinero mientras que el proyecto de la FMF es ver la manera solo de generar recursos para la Federación.
Me pregunté ¿qué hacemos jugando en Estados Unidos cuando Costa Rica estaba enfrentando a España en Europa lo mismo que Estados Unidos a la selección campeona del mundo Alemania? por supuesto la jugada es diferente, porque te pagan por ir a jugar que no es lo mismo ser sede, rentar un estadio, traer a un equipo de baja cartelera y obtener la mayor utilidad.
Creo lo primero es que hay que ser honestos y comprender que si ese es el negocio, ¿cómo puedo equilibrar y ganar dinero al mismo tiempo de contar con un proyecto que logre que la selección avance?
Una solución, un cambio de mentalidad
Cuando vi el plan de trabajo de la selección hace tiempo y mencionaban ganar la Copa de Oro (como obligación) pero en las otras competencias como Juegos Olímpicos, Copa América y más, mencionar como mínimos llegar a cuartos de final y semifinales pensé que eran metas realistas pero también mediocres, ¿por qué no pensar en ser campeón y después de grabarlo en la mente idear la estrategia para lograrlo? Si la filosofía de trabajo es pensar hasta donde llegar ya con la idea de que nos van a eliminar nos volvemos lo que somos hoy, personas que trabajan por la obligación de un resultado y no un equipo que trabaje por triunfar.
Y llegar a Rusia 2018 debe ser eso, pensar en ser campeones del mundo y para ello, tienes cuatro años para trabajar, planear un proyecto, la estrategia para las eliminatorias, seleccionar los tipos de partidos que se necesitan e incluso pre-seleccionar a los jugadores y diseñar un proyecto de 4 años de trabajo con ellos, ¿funcionará? preguntémosle a los mejores equipos del mundo, por lo menos los 4 primeros lugares trabajan proyectos similares a esto y los que basan su filosofía en el 5to partido ni llegan.