El 27 de septiembre es una fecha muy especial para todos los mexicanos porque celebramos la independencia de México.
¿La independencia? ¿qué no se celebra el 15 y 16 de septiembre? Adelantándome a lo que algunos lectores podrían pensar, el 15 de septiembre se conmemora el inicio de la lucha de independencia y el 27 la consumación de ésta, es decir, la fecha que debería tener más peso es la segunda.
El tema resulta sumamente interesante para un análisis, es muy distinto celebrar el inicio de un proceso que la culminación de uno y es que ¿en verdad podemos decir que hemos concluido éste?, ¿podemos decir que somos realmente libres?, ¿qué somos independientes?
México continúa en un proceso en el cual busca su independencia, 100 años después del inicio de esta lucha tuvimos la revolución, evento que prácticamente peleaba los mismos asuntos que el movimiento iniciado un centenario antes, y a 200 años del primero y 100 del segundo, observando nuestra realidad ¡podría decir que seguimos en lo mismo!
Por ello tiene sentido que celebremos el inicio de un proceso de independencia y que la mayoría pase desapercibido la celebración de la conclusión de esta lucha. Deberíamos hacernos esta pregunta ¿nos sentimos realmente libres?
Nos liberamos en su momento de España pero ¿de quién nos esclavizamos después? México es presa de muchos enemigos que al igual que en el tiempo histórico en el que inició la guerra de independencia, oprimen a nuestro pueblo. Hoy veo la misma corrupción en el gobierno, veo políticas económicas extranjeras que no nos permiten crecer, la misma relación con otros países quienes ven a México como la base para su negociación y no como un igual para negociar, pésimas condiciones para nuestros pueblos indígenas y así podemos mencionar tantos temas que en realidad justifican la celebración del inicio de un proceso y el no festejo de una conclusión porque creo que nadie cree que México sea independiente.
¿Nuestro destino es estar siempre esclavizados?, eso depende de nosotros totalmente, cuando caemos en el autoengaño y salimos a celebrar a las calles una independencia que no existe, que ni siquiera experimentamos en el presente es una total falacia. Si rescatamos los valores esenciales que este movimiento en ideología buscaba, creo seguiremos al pie de esa lucha y en algún momento lo podremos lograr. México necesita dejar atrás estos autoengaños “políticamente correctos” y seamos conscientes de nuestra realidad.
No nos conformemos por lo que nos dicen paso y es, sino más bien por lo que vivimos a diario y por lo que vivamos en nuestra propia experiencia. ¿Somos realmente independientes? en un ejercicio de libertad ¿qué harás con tu respuesta?
Por Daniel Fajardo