Por L.C. Daniel Fajardo
Hablando un poco sobre el perfil que los comunicólogos debemos tener cito una frase que recientemente publiqué a través de mi cuenta de twitter (@mimfo_oficial):
La profesión de la comunicación es algo que se debe ejercer en todo momento y no sólo cuando un sueldo lo demande
Creo estamos en una disciplina maravillosa porque en si la comunicación se ejerce por una infinidad de canales, no sólo en el aspecto mediático sino que inclusive con una mirada transmitimos un mensaje, tenemos la fortuna de que nuestra disciplina es como tal un acto humano que experimentamos desde el primer pensamiento al despertar hasta el último que tenemos al dormir.
¿Por qué no ejercerlo con plenitud y conciencia en todo momento? Es curioso que muchos comunicólogos tengan problemas de “comunicación” con su pareja, tengan dificultades para organizarse en equipo o simplemente no se den a entender, cuando por tener la formación que tenemos mas bien en lugar de preocuparnos por las cosas que hacemos mal deberíamos estar experimentando nuevas formas de comunicar.
Nuestra profesión es 100% social y pública, un mensaje en privado es un mensaje mal planeado, debemos tener una actitud de ser protagonistas de nuestro tiempo, influenciar y persuadir a otros, esa es nuestra labor y para ello no hay descanso.
Nuestra sociedad está urgida de mensajes con sentido y contenido que pueden ir desde una interpretación de la problemática cultural y política hasta una buena crítica de cine o deporte, no hay temas censurados al contrario la mesa está puesta para que nos divirtamos tratando de ejercer nuestra carrera, lamentablemente la información que ocupa los principales medios informativos de nuestro país es mero entretenimiento, ¡exigimos una mejor comunicación pero no tenemos la experiencia para ejercerla!, nuestra formación es meramente académica y se limita a generar ideas sólo cuando hay un sueldo de por medio.
No es fácil mantener a una audiencia siempre atenta, no es fácil persuadir a alguien, es casi imposible mover los sentimientos de una persona, todos estos argumentos son producto de la inexperiencia, de personajes que no ejercen la comunicación y que se limitan a un enfoque académico donde la comunicación se ve bien en un papel pero a la práctica no se sabe hacia dónde apuntar, estas mismas aseveraciones con las que inicié el párrafo díselas a los líderes de opinión, gerentes de comunicación y marketing de las empresas y espera su respuesta, en ellos la palabra imposible, no es fácil simplemente no existen en su vocabulario, porque él que ejerce la carrera sabe que la única limitante somos nosotros.
El ejercer puede ser de muchas maneras, de una manera activa produciendo contenidos a través de blogs, podcast, conferencias, artículos y otra contemplativa, como puede ser leyendo, analizando, debatiendo y criticando ¡el chiste es involucrarse!
Es curioso conocer a muchos estudiantes y recién egresados de comunicación sin la mínima intención de hacer, haciendo hoy lo que por una calificación pueden merecer y mañana reproduciendo el mismo modelo limitándose sólo a lo que el sueldo les pueda aportar, el comunicólogo debería ser un curioso, un juguetón de los medios, asombrarse de cada herramienta nueva que nos permita difundir un mensaje, mantener una actitud permanente activa o contemplativa pero siempre en movimiento.