Más allá del corazón

20140618-214505-78305882.jpg

Continuación de No es mi gallo pero sí mi piojo

El resultado con Brasil en la Copa Del Mundo nos demuestra que sí se puede, pero también que aún hay mucho trabajo por hacer

Por Daniel Fajardo

Al concluir las horas de euforia tras el resultado frente a Brasil llega el momento de dejar a un lado el corazón y realizar un análisis objetivo de nuestras verdaderas posibilidades en la justa mundialista.
Miguel Herrera ha logrado lo que pocos técnicos en selección nacional han conseguido y es generar un buen juego colectivo, el D.T. no tenía mucha tela de donde cortar, la mayoría coincidimos que la selección está “flaquita” hay muchos nombres pero poca calidad y lo lógico en estos casos sería jugársela a un accionar colectivo, mismo que Herrera ha logrado con maestría ya que no sólo se habla del buen ambiente extra-cancha, sino también hacia dentro o como se conoce en el medio futbolístico, desde los vestidores.
Enfrente nos encontramos a un Brasil que vive uno de sus peores momentos en lo deportivo, pese a ser sede, desde hace algunos años vemos cada vez más marcada esa crisis colectiva anormal en el equipo, hay figuras pero no hay enganche, simplemente no hay magia en el equipo carioca.
Por supuesto eso no es culpa de México y el país amazónico resultó ser un buen sinodal para la propuesta futbolística del “Piojo” convirtiendo este partido en uno de los más emocionantes de la Copa del Mundo, para los mexicanos, pero futbolísticamente un juego trabado en media cancha y como espectáculo tirándole a lo aburrido.
Tras superar la prueba del gran rival a vencer, México llega crecido ante su tercel rival y ¿por qué no? en una combinación de resultados hasta con la posibilidad de pasar en primer lugar pero ¿qué le sigue faltando a México?
Mayor contundencia: No sólo es problema de la Copa del Mundo, el Tricolor viene arrastrando desde los juegos de preparación serios problemas en la definición, las pocas jugadas que se generan colectivamente no se concluyen en la anotación, al final este es un torneo que se gana con goles y si tenemos rivales como Brasil que nos permiten le hagamos una sola jugada de gol, es obligación del equipo cerrar con contundencia el buen planteamiento del D.T. con una anotación.
Más variedad en las jugadas: el ataque de México es muy sencillo y bastante predecible, ataque por las bandas y centro al área, se nota mucho cuando Layun tiene el balón, la instrucción pareciera ser realizar un pique y arrojar el centro que muchas veces no tiene ni el acompañamiento ni la precisión adecuada para convertir la jugada en una anotación.
El tiro de Media distancia es algo que México no tiene como referente histórico pero que Herrera ha aprovechado muy bien debido a que este equipo cuenta con buenos pateadores; y hasta ahí, las demás aproximaciones ofensivas son muy pocas.
Variar el esquema: Herrera tiene la filosofia de que equipo que gana repite, y está bien; lo hemos visto en los dos primeros juegos como de libro, los movimientos durante el juego y el once de arranque, coincido con el D.T. en la filosofía de que si las cosas funcionan no las cambias pero tambien hay que considerar que México ha tenido rivales cómodos y que conforme avance la competencia los márgenes para cometer errores serán mas reducidos. Yo iría con la idea de variar un poco la alineación dependiendo el rival, esto no es una liga donde un error en la estrategia se pueda sanar en el siguiente juego, en la próxima ronda un error así te manda a ver el mundial desde casa.

Honor a quien honor merece, y pese a que aun no se ha llegado a un momento de plenitud del proyecto, hay que reconocerle al “Piojo” ser un líder que se dedicó a trabjajar con lo poco que hay en lugar de sentarse a dar excusas, pidió a todos darle la confianza y poco a poco se ha ganado el respeto del medio futbolístico con su proyecto.