A poco más de una semana de la versión oficial del gobierno del caso Ayotzinapa, los sucesos siguen avanzando y ésta permanece inmóvil, inútil.
Lo veo por un lado, ¡qué mejor que ponerle fin a un hecho que me ha rebasado a todas luces y que ha evidenciado la «porquería» que somos como Estado que crear una historia de telenovela para darle cerrojazo al tema, «los mataron y los quemaron» dicen las autoridades, ¿verdad o mentira? ambas tienen la posibilidad de serlo pero el factor que el Gobierno sigue sin entender en este caso, es que la presión social es tal que esta vez no va funcionar solamente con una campaña mediática, sino además, se tendrán que presentar las evidencias y al final dejar en manos de la sociedad la decisión de creerte o no.
Porque para mi, la lectura que hago del tema, es citar la atinada conferencia de Murillo Karam, donde tras agotar todos los medios para tratar de apagar el fuego (que les llevó incluso hasta reunir a los padres y como rumor extraoficial intentar negociar con ellos), y que con toda honestidad, me parece que la versión oficial que el gobierno planeó para dar cierre a todo este asunto y que parafraseo con total subjetividad como interpretación a título personal:«me cansé… los mataron y los quemaron» (fin de la historia)Simplemente es absurda. Como ciudadano tengo mis dudas, y son muchas, la primera ¿por qué esta solución se dio tras el fracaso de la reunión del Presidente con los padres de los estudiantes? ¿fue el plan B del gobierno al no poder arreglar nada?
Segundo: ya tenemos el final, ahora ¿cómo vamos a limpiar la casa? la policía los entregó a un grupo delictivo ¿por orden de quién? por supuesto que la «pareja imperial» tuvo que ver pero no son los únicos responsables, es toda una cadena de mando y hasta ahora tenemos una pequeña parte… ¿Es solo cuestión de Fe creer que esto es suficiente?
Tercero: no perdamos la memoria, ok. ya tenemos a los normalistas en bolsas y en cenizas, ¿y el «montón de cuerpos que se hallaron en fosas clandestinas durante la investigación? ese caso a quién le corresponde resolver, digo ya que estamos destapando cloacas, ¿a poco todos esos se entregaron a miembros del crimen organizado para enterrarlos?… Tan solo un acto de fe es creer que ese tema se debe quedar en el olvido.
Ahora veámoslo como ciudadanos, ¿es tan solo es cuestión de fe creer que este desenlace detendrá la manifestación de miles de personas en todo el país?, ¿a miles de negocios y casas que a lo largo de la república han colocado letreros exigiendo justicia?, ¿a miles de personas que desfilaron este 20 de Noviembre para exigir una respuesta y una acción contundente de parte de las autoridades?
Hago el análisis como comunicólogo y reconozco lo hábil de la maniobra mediática de decir «los mataron y los quemaron» y apostarle a reducir todo a tan solo un acto de fe, de que solo creamos sin preguntar que las cosas fueron así y que no hay mas que hacer. El problema es que tanto autoridades como Estado en general, viven su nivel más bajo de credibilidad tal cual un niño a quien le han pillado decir mentiras y sus familiares deciden ya no creerle, ¿qué le espera al Estado?
4. Nuevo organigrama: todo el año se ha visto en diversas noticias a los grupos de delincuencia organizada haciendo pactos en video con alcaldes, haciendo el trabajo de policías, financiando campañas y hasta quemando cuerpos de estudiantes, pues si tan metidos están en los asuntos públicos mejor ya hay que darles oficinas en los palacios de gobiernos y/o nombrarlos como una secretaría o darle la nominación de comisión, o se combate de una vez los vínculos que nos unen a ellos o simplemente dejémonos de hacer tontos.
5. ¿Libertad de expresión?: el caso de estos estudiantes pone en duda que la libertad de expresión sea una realidad para grupos que actúan no dentro de la «libertad de expresión permitida» sino que este tema ha destapado una gran cantidad de casos en toda la república donde se han tomado acciones de «desaparecer» a líderes que andan motivando al pueblo a manifestarse, si ya el gobierno resolvió el caso Ayotzinapa lo siento por Murillo Karam que está cansado pero en la lista siguen muchos más por resolver y que la sociedad exige una respuesta.