Los distintos rostros de la muerte

La muerte siempre ha estado presente en nuestras vidas pero más allá de una imagen lúgubre como siempre se le representa a ésta, es un personaje lleno de color y alegría que se regodea en la tradicional fiesta de Día de Muertos en México. 

De la mano de las participantes del certamen de Miss Puebla, Osmarly Cano (Zacatlán),  Andrea López (Chignahuapan), Giselle Martínez (San Andrés Cholula), Giselle Alonso (San Pedro Cholula), Jessica Dávila Robles (Tecamachalco) y Fernanda Lara (Puebla Capital) nos conducen hasta lo más íntimo de estos municipios para tener un encuentro cara a cara con la muerte y admirar su belleza.

Coexistiendo con la muerte

“La muerte, es el final de nuestro recorrido en la vida como seres vivos, sin embargo, como seres humanos estamos dotados de conciencia que nos permite comprender y reflexionar que algún día nuestra vida llegará a su fin en este plano terrenal” comenta Fernanda Lara (Puebla Capital), mientras que Osmarly Cano (Zacatlán) complementa “La muerte para mí representa un ciclo de vida que se completa. Es una oportunidad de trascender y dejar huella, tanto en quienes nos rodean como en las futuras generaciones. Aunque puede ser dolorosa, también es un recordatorio de la importancia de valorar cada momento y vivir de manera significativa.

En el Día de Muertos, la muerte no es un adiós, sino una invitación a recordar y honrar a quienes ya no están físicamente, pero permanecen en nuestro corazón.” Siguiendo esta línea tan sensible, Jessica Dávila (Tecamachalco) se suma con la siguiente aportación desde su experiencia “es también una oportunidad de recordarnos la importancia de valorar cada momento, honrando a quienes ya no están físicamente, pero continúan en nuestros corazones”

Lejos de la Urbe podemos encontrar distintas costumbres que nos permiten entender el significado que momento en nuestras vidas tiene, desde el municipio de Chignahuapan, Andrea López nos habla acerca de la manera en la que en su comunidad celebran esta festividad 

“En Chignahuapan, el Día de Muertos se celebra de una forma muy especial, combinando tradiciones indígenas y mexicanas. Uno de los eventos más importantes es el Festival de la Luz y de la Vida, que se realiza en la laguna del municipio.

Durante el festival, hay una procesión nocturna donde las personas caminan con velas y antorchas hacia la laguna. La calle se ilumina, y el ambiente se vuelve mágico. La gente se viste con trajes tradicionales y coloca ofrendas con flores de cempasúchil, pan de muerto, calaveritas de azúcar y fotos de sus seres queridos. Es un momento especial para recordar a los difuntos con respeto y cariño.

Otra parte clave es el espectáculo teatral y musical en el que actores locales representan el viaje que emprenden las almas para llegar a su destino final en el Mictlán. Este acto, acompañado de música tradicional y danzas, busca honrar la vida y la muerte, recordando que ambas son parte de un mismo ciclo.

Además, en Chignahuapan se ven altares y ofrendas en las casas y lugares públicos. Las familias se juntan para recordar a sus seres queridos y celebrar juntos esta tradición llena de cariño y significado.”

Por su parte, San Pedro Cholula, una de las ciudades más antiguas no sólo del México moderno sino de la etapa de la Pre – Conquista vivir con singularidad esta conmemoración, misma que ha continuado de generación en generación, Giselle Alonso nos comparte un poco:

San Pedro Cholula celebra el día de muertos de una manera preciosa, en donde se realiza el desfile de “Las Almas Cholultecas”, “Desfile de catrinas” y  la gran fiesta de los muertos el “Huey Miccahuitl” se colocan esculturas de catrinas y decoración alusiva en el zócalo, así como diferentes actividades que permiten acercarnos mucho más a nuestras tradiciones. 

Giselle Martínez desde el Zócalo de San Andrés Cholula

Divididos políticamente pero no en el corazón, Giselle Martínez del municipio de San Andrés Cholula nos revela la multi culturalidad de la zona al compartirnos la forma en la que este municipio se suma a estas festividades:

Tenemos el festival sendero al Mictlán y tiene diferentes actividades a lo largo de las fechas, como el carnaval que recorre las 7 juntas auxiliares con un desfile de catrinas y show, así como las ofrendas conciertos y las catrinas monumentales que esta cuarta edición podemos apreciar en el Zócalo y en el parque intermunicipal.

Jessica Dávila, retrata la tradición del Tecamachalco

En Tecamachalco, la historia no es muy diferente, Jessica Dávila me comparte que acostumbra en la intimidad de su hogar colocar en un altar no sólo objetos materiales sino que esta tradición es para ella un homenaje para quienes siguen siendo sus familiares o amigos que ya no están “ Enciendo veladoras en su honor y ofrezco sus platillos favoritos, con la intención de revivir su memoria y sentirme más cerca de ellos en esta fecha especial.”

No es muy distinta la tradición de las demás familias en Tecamachalco, ya que en palabras de Jessica esta festividad es una mezcla de tradición y cultura popular, me comenta “Las familias colocan altares en sus casas, decorados con flores de cempasúchil, papel picado, fotos de sus seres queridos, alimentos y veladoras. Además, se realizan eventos comunitarios como procesiones y presentaciones artísticas para recordar a los difuntos”

Osmarly Cano, la tradición del Día de Muertos nos une como Comunidad

Osmarly Cano de Zacatlán, orgullosa de este gran legado y de ser una importante embajadora para preservarlo, considera que es importante mantener vivas estas tradiciones porque nos conecta con nuestras raíces, nos enseña a honrar la vida de quienes nos precedieron y a reflexionar sobre nuestra propia historia. Es una manera de unirnos como comunidad y de preservar un legado que nos da sentido de pertenencia y orgullo por nuestras tradiciones. Nos comparte además que en su municipio de manera muy particular conmemoran de la siguiente manera

En Zacatlán, el Día de Muertos es una celebración llena de colores y símbolos profundos. Colocamos altares en nuestras casas y espacios comunitarios, decorados con flores de cempasúchil, velas, incienso, y ofrendas de comida típica para recibir a las almas de nuestros seres queridos. También se acostumbra visitar los panteones, donde las familias limpian las tumbas y las decoran, creando un ambiente único de respeto, alegría y tradición.

Por su parte, la capital del Estado también tiene formas muy particulares de sumarse a este festejo, Fernanda Lara nos narra un poco de esta costumbre

Fernanda Lara la muerte coexiste con nosotros porque es parte de nuestra cultura

“El día de muertos es una celebración muy importante en Puebla capital ya que es una festividad que permite reunir a la comunidad, se puede apreciar esta festividad en el zócalo de Puebla, a través de montajes de ofrendas en distintos lugares historias del centro como, la casa de la cultura, la Biblioteca Palafoxiana, corredor de los sapos, entre otros.  Las familias poblanas también acostumbran a poner ofrendas en sus casas, escuelas públicas y privadas y universidades, además de asistir al panteón para celebrar con sus difuntos, llevándoles comida, flores”

Siendo una gran fiesta que desde siempre ha unido a la familia, Fernanda Lara complementa sobre la importancia de mantener viva estas costumbres

Actualmente los mexicanos tenemos una cultura conformada por todos los hechos históricos por lo tanto, es una cultura muy amplia y con la globalización corremos riesgo de adoptar ciertas festividades de otros países y perder las nuestras, por lo que es importante incluir a nuevas generaciones y explicarles la importancia de celebrar nuestras tradiciones originarias como lo es el día de muertos. 

La opinión de Giselle Alonso se suma para invitarnos a reflexionar también sobre nuestro papel en la conservación de este patrimonio cultural “Sin duda alguna mantener vivos a nuestros muertos es conmemorando su vida a través de nuestras tradiciones, en mi comunidad los desfiles y ofrendas permiten venerar y honrar su recuerdo de una manera única en donde cada hogar se encarga de memorar a su familia o mascotas fallecidas”

Andrea López de Chignahuapan Tiara este legado como una forma de identidad y de ahí la importancia de buscar a toda costa mantener estas tradiciones vivas como sea “Estas costumbres no solo honran a nuestros seres queridos, sino que también mantienen vivo el legado de nuestra historia y nuestra cultura, que es algo único y muy valioso. Permiten que las nuevas generaciones conozcan y valoren nuestras raíces. Al enseñarles a honrar a quienes ya no están, también les transmitimos valores como el respeto, el amor familiar y la importancia de recordar con cariño a quienes formaron parte de nuestra vida.”

Una tradición que más de muertos es de vida

Giselle Martínez (San Andrés Cholula) para quien la muerte no es otra cosa mas que el significado de que nuestro tiempo terminó, y que es algo que no debería espantarnos o tenerle miedo, simplemente es una reflexión como ella menciona de vivir el presente porque la vida es incierta y puede que el día de mañana terminemos nuestro paso por este mundo decidió rendirle homenaje de una manera muy especial desde la Iglesia de San Andres Apóstol que se encuentra en el Zócalo del municipio.

Acompañada del maquillaje de Denise Mena, vestuario del diseñador Carlos Baldenegro  y la fotografía de Cesar Galindo nos regala este gran mensaje “Cada comunidad se vive de manera diferente y creo que eso es lo que hace enriquecedor estas fechas ya que puedes compartir, aprender y seguir con estas tradiciones por más generaciones, que no son algo que deberíamos dejar perder y está padre que las comunidades inviten a la gente con todas estas actividades que ofrecen«

Andrea López (Chignahuapan) hace referencia en su proyecto al festival de la luz y la vida, el cual rinde homenaje a los muertos mediante una procesión alrededor de la laguna, donde los trajes aztecas, junto con las antorchas y las danzas, crean un ambiente místico que revive las tradiciones y creencias sobre la muerte. Los trajes, adornados con plumas, collares y tocados coloridos, son una manera de conectar con la herencia cultural, recordando el respeto que se les tenía a los ciclos de la vida y de la muerte en la cultura azteca. En este sentido, el festival es una celebración de la vida y la muerte como un ciclo sagrado y eterno.

“La muerte es un tema complejo que evoca muchas emociones y reflexiones. Para mí, representa el ciclo natural de la vida y un recordatorio de que cada momento es valioso. Es un momento de despedida, pero también puede ser una oportunidad para honrar la vida de quienes hemos perdido y aprender a apreciar más cada día. Además, me hace pensar en la conexión que tenemos con los demás y en el legado que dejamos atrás.” Andrea López

Le acompañan en este trabajo

  • Fotografía: Martín Martínez Vega 
  • Maquillaje: Roció Coronado y Margarita Mota
  • Locación: Murales de la laguna de Chignahuapan 
  • Vestuario: Juan Hernández

Osmarly Cano (Zacatlán) quien celebra el Día de Muertos preparando un altar en su hogar, donde coloca fotografías de sus seres queridos que han fallecido, junto con sus platillos favoritos y otros objetos que les representaban. Vive estas fiestas como un momento especial para recordar sus enseñanzas y compartir anécdotas en familia. También le gusta visitar el panteón de Zacatlán, donde el ambiente de respeto y cariño hacia quienes ya no están se siente profundamente.

Sobre este impresionante trabajo fotográfico nos menciona, “en cuanto a maquillaje y vestuario yo me encargué personalmente de elegirlo y hacerlo, en la toma de fotografías me ayudo Esme Sotero junto con mi mamá y una amiga cercana llamada Itzel ellas ayudaron a Esme a sostener luces y así lograr las fotos tan increíbles que logró capturarme” 

La manera de rendir homenaje a esta festividad por parte de Giselle Alonso, (San Pedro Cholula) buscó, como siempre, reflejar su amor por Puebla “me inspiré en la Talavera poblana y junto a mi mamá, creamos un traje estilizado que representará la belleza y autenticidad, en donde la pieza principal fue la dedicación y esmero para realizar el traje, en el rostro realice un maquillaje de catrina en donde mi inspiración fue conjugar la vida y la muerte”

“La muerte significa para mí un proceso natural de la vida en donde el ciclo se termina, a su vez esa palabra es un importante recordatorio de que solo estamos en la tierra un momento y hay que abrazar nuestra vida” – Giselle Alonso –

Los créditos por este gran trabajo son de 

  • Fotografía: César Galindo 
  • Vestuario: Alma Alonso
  • Maquillaje: Giselle Alonso MUA

“Esta sesión fue muy especial, pues me hizo sentir lo hermoso que es esta tradición para los mexicanos, el cual la temática fue de catrina, esta figura emblemática para los mexicanos la cual fue bautizada así por el muralista Diego Rivera”, Nos comparte Fernanda Lara (Puebla Capital) quien desde el Paseo de San Francisco nos muestra con gran elegancia su homenaje a esta celebración.

Los créditos detrás de este trabajo corresponden a 

Maquillaje: Laura Santel 

Fotografía: Hugo Castañeda 

Accesorios: Vi.Ca

Siendo un referente en su comunidad, Jessica Dávila (Tecamachalco) me platicó sobre todo el apoyo que recibió en esta sesión, siendo notable el interés que hay de muchas personas por preservar estas tradiciones motivados por la pasión que sienten por nuestra cultura y que quedó demostrado por todos los detalles que se cuidaron para crear una sesión significativa.

“Para la sesión sobre el Día de Muertos, preparé un altar tradicional, usando elementos significativos como fotografías, flores de cempasúchil y ofrendas que recuerdan a seres queridos. Además, intenté captar la esencia de esta celebración a través de imágenes que resaltaran los colores y la atmósfera que caracteriza a esta tradición”

Son distintos los rostros de la muerte en todos los municipios que integran a nuestro país, pero todos ellos son hermosos y hoy, las integrantes de la próxima edición de Miss Puebla, han sido sus embajadoras, nos han mostrado historias que nos demuestran que a ésta se le respeta pero no con el miedo que muchas tradiciones tratan de infundir, sino más bien por su enorme colorido que nos muestra su opuesto, un momento lleno de luz, alegría pero sobre todo esperanza de que sí hay algo más allá.